jueves, 19 de agosto de 2010

Dia de viaje numero 29


Recorrer Sudamérica es un compromiso que asumí por diversos motivos. Aun desconozco cual o cuales influyeron determinantemente. Cierto es que cuando me alejo de Quito ávido de paisajes, villas, pueblos y/o ciudades desconocidos, aletean en mi mente las razones que me lanzaron a tan sugestiva aventura.

Quizás fue el inocultable amor por la agreste naturaleza andina, multiforme y pletórica de todo lo requerido para impactar los sentidos y remover mi mundo interior; el olor de la tierra, el sabor de sus frutos tropicales, sus peculiares sonidos, el imponente cordón de los andes con su mágica vegetación, el poder contemplar lo que ancestralmente otros moldearon; el ser tocado por la brisa, el clima, el ritmo y la vibración de un continente cargado de embrujo… Si, América andina es el ombligo del mundo donde es seguro que la relación hombre-naturaleza es inseparable e insuperable.

Tal vez fue el espíritu de libertad que corre por mis venas, el no querer ser prisionero de escenarios espacio-temporales rígidos, predeterminados y limitados donde solo cabe el hastió y el conformismo; será por eso que las aves ejercen cautivante influjo, lo mismo que los viajeros a ignotos lugares, el curso de los ríos y las historias de buscadores de tesoros y del país de la canela.
Posiblemente los genes humanos determinan que somos errantes en un mundo que nunca para de moverse y que por su infinitud jamás terminaría de andarse aun a velocidades ilimitadas.

De pronto sea el perenne deseo de hundir todo mi ser – cual acucioso explorador- en las entrañas de este continente amado y defendido por esos primigenios seres que nunca resignaron su suerte al sometimiento colonizador. Al poner oído en tierra, creo escuchar el grito libertario, primero de Atahualpa con su legión de guerreros primitivos, y luego, de Bolívar, O’Higgins, San Martin con los sucesores de la América india y los manchados de sangre hispana y africana, verdaderos gestores de lo que somos , sentimos e idealizamos , pese a la cruz y la espada imperial. Quiero llegar a las entrañas de América para descifrar mi verdadera identidad. Quiero rescatar del olvido lo que fuimos para entender lo que somos y llenarme de motivos para luchar por lo que seremos.

Quizás sea la asfixia que me produce ver a mi país vilipendiado por la agresiva política neoliberal. Produce escalofrió y esperanza, saber que otros pueblos como Ecuador, pero especialmente Bolivia, respiran aires de libertad y traspiran los sudores que sus antepasados en generoso acometer regaron para cosechar autonomía e independencia.

El honor de pisar suelo indígena permitirá esclarecer el motivo de mi errabunda marcha y de paso conocer pegado a mi piel este territorio que anida en su seno millones de seres cargados de mitos e historia.
Dejando atrás Quito, inicie la marcha rumbo a Manta, en la costa, devorando kilómetros a la velocidad de mi andar, ni lento ni apresurado; en Macachí almorcé y en tanto avanzaba la tarde, mi paso perdía firmeza ; pasaban los kilómetros y ningún motorista me recogía lo que iba causando desesperanza; pero cuando se vislumbraba la oscuridad y empezaba a morder la angustia, aparece la claridad en el camino… ; a lo lejos la intermitente luz de un vehículo parado a la vera de la carretera se erguía como mi única tabla de salvación, y en efecto Jackson, el caritativo de Jackson esperaba por mi; pase en cuestión de segundos del infierno al paraíso, de sentirme desprotegido, ignorado e impotente a ser poseído por un sentimiento de seguridad, gratitud y confianza; el alma ansiosa dio paso al alma agradecida. Emerger de las tinieblas a la luz es sobrecogedor. Entendí el temple que se requiere para sobrellevar los claro-oscuros que nos presenta la vida.

Un vehículo aparcado y un conductor dispuesto a socorrerme, cuando se hacia frágil mi entusiasmo llega un ser humano a tenderme la mano, que emoción profunda y vital aflora apaciguando temores. No de cualquier manera este salvador me rescato en las sombras; su antigua condición de experimentado mochilero que por tres años camino Latinoamérica, fue el combustible que lo llevo a reconocer en mi, lo que su espíritu vivió y sufrió en igual condición. Después de referir sus aventuras de avezado camínate en sus años juveniles y de instruirme sobre como superar jornadas difíciles, me acogió en el seno de su familia, calmo y colmo mi voraz apetito en un restaurante brasilero donde deguste todo tipo de carnes, permitió que mi cuerpo y mis ropas limpias descansaran en el abrigo de su hogar; al día siguiente me brindo desayuno, toco mi bolsillo con 40 dólares y me despacho con un supermapa, memoria y gorra en mis alforjas. Pero, además oriento mi desorientado itinerario de viaje y me sugirió visitar el poblado de Baños a donde llegue con expresa recomendación. Lo que presagiaba tinieblas se transformo en uno de esos días luminosos que jamás se olvidan. Por esa luz roja intermitente como la vida misma que apareció cuando mis pies cansados y mis energías menguadas me hacían desfallecer, es apropiado y pertinente recordar que siempre abra una luz al final del camino si no desmayamos y persistimos en nuestros propósitos

miércoles, 14 de julio de 2010

DIAS DE VIAJE DEL 23 AL 28

DE MAYO 18 A 23

EN QUITO CAPITAL DEL ECUADOR

El albergue brindado por Alex permitió que mi estada en Quito fuera ya no la de un mochilero que apenas sobrevive, sino la de un turista en ámbito familiar; eso amaino el impacto de la no devolución de los cinco dólares dados en prenda en el hostal.
Recorriendo las calles quiteñas percibo tufaradas históricas que me ubican en épocas pretéritas recordadas gracias a Wilpedia. Quito debe su nombre a la etnia de los Quitu que por allá en el siglo IX se asentaron en las laderas del Pichincha antes de la llegada de los incas, quienes iniciaron la conquista de este territorio en el siglo IX comandados por Túpac Inca Yupanqui, hijo de Pachacutec el fundador del imperio incaico. Su hijo, Huayna Capac, fue el primer soberano inca nacido en Ecuador quien se estableció en la actual Cuenca y conquistaría el territorio de los Quitus mediante cruentas guerras libradas en las actuales provincias de Pichincha e Imbabura. Su victoria definitiva la conseguiría luego de la masacre acaecida en la laguna de Yaguarcocha -lago de sangre- en 1.532. Paccha, hija del rey Quitu, seria la esposa de Huayna Capac y de ellos nacería Atahualpa, el último rey de los incas.
Entre 1534-1.808 ocurriría la colonización española luego que en 1.533 Atahualpa aceptara una reunión con Francisco Pizarro quien aprovecho para capturarlo y días después asesinarlo. La conquista fue motivada por el rumor de que en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa, ambiciosamente buscado por Sebastián de Belalcázar, personaje que llego el 6 de diciembre de 1.534 y fundo la ciudad junto a las faldas orientales del volcán Pichincha. Siete años después, Francisco de Orellana, partiendo de esta ciudad junto a numerosos indígenas en busca del país de la canela, descubrió el rio Amazonas el 12 de febrero de 1.542. Debido a este suceso histórico, se creo la celebre frase: ‘Es Gloria de Quito el Descubrimiento del rio Amazonas’. Recuerdo que el escritor colombiano William Ospina recrea bellamente este
episodio en su trilogía escrita con esmero y pulcritud.
Entre 1.808 y 1.822, algunos de los sucesos internacionales como la Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1.776, de Gran Bretaña y la Revolución Francesa de 1.789, sirvieron de ejemplo a los criollos al mostrarles que un sistema de gobierno independiente era posible. Las influencias de varios acontecimientos locales como la visita de los geodésicos franceses quienes impulsaron las ideas de la Ilustración en Quito, el alto índice de empobrecimiento de la Audiencia y los crecientes sentimientos nacionalistas estimulados por el interés de los criollos del continente por obtener el poder, fueron también algunas de las causas principales que motivaron el inicio del proceso revolucionario que dio fin al colonialismo español en la ciudad.

Informado de este breve contexto histórico, el martes 18 de mayo, recupere fuerzas, sueño e incomodidades en merecido reposo.

Los siguientes días hasta el viernes 21 de mayo, cumplí la rutina de levantarme temprano y dedicarme a ofrecer los separa libros en la Universidad Central, con el éxito esperado. A las 6 pm retornaba a casa de Alex. Este amigo y joven músico tuvo la deferencia de llevarme a sus recitales nocturnos y en su compañía viví mi primera noche de farra degustando el embriagante aguardiente norteño y la cerveza pilsener de tamaño grande. La vida nocturna de la ciudad gira alrededor de la Plaza El Quinde, mas conocida como Plaza Foch en el sector de La Mariscal, donde las numerosas terrazas al aire libre, cafés , bares , discotecas, Karaokes y casinos hacen de esta ciudad una de las de mejor vida nocturna del continente. En esa Zona de La Mariscal, se concentran alojamientos para mochileros y extranjeros de todo el mundo, además de restaurantes, cybers, tiendas de libros y souvenirs, en ambiente festivo y seguro.

Las actuaciones de Alex se sucedieron en diversos escenarios como un casino, la casa de un rico en fiesta de primera comunión, un hotel donde animo un matrimonio y finalmente en una discoteca. Como acompañante disfrute de las presentaciones, lidiando con cables, micrófonos y demás.
La ciudad esta ubicada en una meseta irregular por lo que posee una forma alargada, cuyo ancho no supera los 4 kilómetros. Es común que los turistas destaquen la amabilidad de las gentes quiteñas, la majestuosidad de un paisaje de volcanes nevados, y el frio húmedo de la montaña. Pese a que estuve una semana en esta sugestiva capital de Ecuador y de la provincia de Pichincha no disfrute de los atractivos turísticos como la loma del Panecillo, el teleferico,el zoológico y ya fuera de la ciudad el monumento de la línea ecuatorial en medio de una verdadera zona comercial conocida como la ciudad Mitad del Mundo. Aproveche sin embargo para caminar unas 80 cuadras que dista la Universidad de la casa de Alex, tome fotografías con preferencia del Quito histórico, viajar en el trolebús y como todo viajante, explorar con anhelo por lo desconocido, me oriente preguntando unas veces, estableciendo nexos con caminantes otras, buscando bomberos para alojarme o en su defecto pernoctando en hoteles baratos pero seguros. Una de las emociones singulares se deriva de saber donde se duerme, pero desconocer donde se pasara la noche. Y lo más acuciante para el alma es la necesidad de tener a los seres queridos, de compartir con ellos los paisajes visitados, de enderezar el camino y de valorar en todo su significado lo que representan para uno. E n esta marcha al sur del continente, ratifico que las adversidades sirven para reafirmar el carácter y despertar el espíritu vencedor que yace al interior de los seres humanos.
Alex me enseño a descifrar las palabras adiós-cuando un corazón que se va deja la mitad con quien se queda, y amigo-cuando alguien se queda para ayudar cuando todos los demás se alejan-. Infinitas gracias amigo.

Centro Historico de Quito





lunes, 5 de julio de 2010

Día de viaje # 23

Lunes 17 de mayo

En San Francisco de Quito

Con la nostalgia que produce abandonar parajes que por su inusitada belleza y la calidez de sus gentes dejan huella en el espíritu del viajero, muy temprano, cuando el alba anuncia un nuevo día, partí de Otavalo rumbo a Quito donde permanecí varios días.

El paisaje variado dibujo a mi vista, valles, escarpadas montañas y la imponencia de volcanes y nevados. La majestuosidad geográfica desnuda nuestra pequeñez. Quito me recibe rodeada de los volcanes Pichincha, Antizama, Cotopaxi y Cayambe, muy en las alturas, a 2.850msnm, tanto que es la segunda capital administrativa mas alta del mundo –después de La Paz-. El frio cumple el rol depurativo del espíritu y la menor porción de oxigeno abre los sentidos y la mente al embrujo de callejas coloniales, conventos, iglesias, plazoletas y al bien cuidado y conservado centro colonial que hace contraste con la Quito moderna extendida hacia el norte.

Con mi camarita trato de robarle retazos de su identidad, mientras me cuentan que es también la más antigua capital de Suramérica y fue la primera ciudad declarada, junto a Cracovia en Polonia, como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Una vez mi escaso equipaje dormía en el guardamaletas del terminal, me dirigí a la Universidad Central en troleybus , medio de transporte accionado por energía eléctrica que hace parte del sistema de transporte ecológico Metrobusq construido en 2.004. En la U, fui bien recibió por lo que mi propósito de vender separalibros arrojo buen resultado y mis menguados ingresos mejoró un poco. A las 4pm el cansancio y el hambre, como quiera que ese día el bocado de comida le estaba negando la satisfacción natural a mi estomago, busque alojamiento en un hostal en vista que bomberos estaba en reparación , pero el precio – cinco dólares la noche- y la compañía de árabes de mirada penetrante y apariencia misteriosa me lanzaron a buscar en mi agenda el refugio de un hogar, y efectivamente Alison me contacto con Alex al otro extremo de la ciudad ; allí tuve favorable acogida y reparador descanso.

jueves, 1 de julio de 2010

Diario de viaje numero 22

EN LAS CASCADAS DE PEGUCHE.


Ubicadas a tres kilómetros del casco urbano de Otavalo se encuentra este hermoso salto de agua de 18 metros de altura. Esta cascada esta formada por las aguas del rio Peguche, que nace en el lago San Pablo. Hoy día constituye un importante atractivo turístico de fácil acceso visitado por extranjeros y nativos. Es un hermoso lugar espiritual donde sus habitantes celebran un ritual en vísperas de las fiestas patronales que consiste en un baño sagrado llamado TEMASCAL . Se efectúa en una cabaña de vapor con el propósito de sanar y purificar mediante el calor de piedras volcánicas ardientes, plantas medicinales y los cuatro elementos: aire, fuego, agua y tierra.

Allí, se manifiesta una vez más lo que es característico de las comunidades indígenas y es su respetuosa relación con la naturaleza.
En ese paraje de senderos hermosos instale mi carpa y tuve una noche de descanso; cerca se había refugiado un caminante boyacense y un poco mas distante una pareja colombo-argentina con quienes hice intercambio de separalibros por el aprendizaje para elaborar manillas. Son en verdad encuentros que reconfortan y que se dejan con una esperanza de reencuentro.

En la tarde, camino de Otavalo , luego de tomar fotografías y embriagar sentidos y espíritu con la belleza del paisaje percibí de su clima , la mañana fresca , el día soleado , la tarde otoñal y los primeros ramalazos de la noche fría, como que estaba a 2.500 metros sobre el nivel del mar.
L a noche de domingo 23 de mayo me brindaron hospedaje en el cuerpo de bomberos, que valga decir, son profesionales, no solamente voluntarios, que perciben buenos salarios del Estado.

Antes de irme a dormir me alimente en los toldillos que alrededor de la plaza se ubican para prestar este servicio. Ya de retorno al sitio de alojamiento me abordo un homosexual en su carro ofreciendo una noche de placer por la tentadora cifra de 1.000 dolares, o obviamente rechace tajantemente la oferta.
LA CIUDAD DE OTAVALO . Por allí paso Bolívar y le dio la categoría de ciudad. Pertenece a la provincia de Imbabura y es cuna de bien elaborados tejidos de lana bordados, cestería y cerámica de exquisito colorido; del mundialmente famoso mercado indígena de los días sábado; del asentamiento de la comunidad de los otavalos llegados posiblemente de Caribe, atravesando la cordillera occidental por el rio Esmeraldas; y de excelente infraestructura hotelera y turística.

Los indígenas Otavalos poseen rasgos finos que difieren de otras comunidades nativas. Vi hombres y mujeres de belleza singular y conduciendo modernos vehículos.